Se aviva escándalo de pedofilia
Internacionales
Marzo,25/2010
Cuatro v
íctimas estadounidenses de abusos sexuales por sacerdotes norteamericanos realizaron este jueves una protesta en la plaza San Pedro del Vaticano, donde acusaron al papa Benedicto XVI, el alemán Joseph Ratzinger, de ocultar estos casos cuando era cardenal y exigieron que se conozca la verdad, que se acabe con el "secretismo".Los manifestantes acusan al Vaticano por los escándalos de pedofilia y por la posición indiferente de las máximas autoridades de la Iglesia católica ante las acusaciones de pedofilia.De acuerdo a los abusados, dos hombres y dos mujeres, el Papa encubrió a un cura que abusó de 200 niños sordos en Estados Unidos. Esos hechos transcurrieron entre 1950 y 1974 cuando el cura estadounidense Lawrence C. Murphy laboraba en una escuela para niños sordos. Pese a las repetidas denuncias, Ratzinger siguió el oscuro protocolo que la Iglesia ha puesto en marcha en los casos de pederastia: no denunciar los hechos ante la justicia, no expulsar al pedófilo.Barbara Blaine, portavoz y fundadora de la SNAP (la Red de Supervivientes de Personas Víctimas de Abusos por Sacerdotes), por sus siglas en inglés, Peter Isley, John Pilmaier y Barbara Dorris relataron las vejaciones sufridas y las secuelas que les han quedado.Dijeron que no pueden entrar a la iglesia y que perdieron la fe en todo.
íctimas estadounidenses de abusos sexuales por sacerdotes norteamericanos realizaron este jueves una protesta en la plaza San Pedro del Vaticano, donde acusaron al papa Benedicto XVI, el alemán Joseph Ratzinger, de ocultar estos casos cuando era cardenal y exigieron que se conozca la verdad, que se acabe con el "secretismo".Los manifestantes acusan al Vaticano por los escándalos de pedofilia y por la posición indiferente de las máximas autoridades de la Iglesia católica ante las acusaciones de pedofilia.De acuerdo a los abusados, dos hombres y dos mujeres, el Papa encubrió a un cura que abusó de 200 niños sordos en Estados Unidos. Esos hechos transcurrieron entre 1950 y 1974 cuando el cura estadounidense Lawrence C. Murphy laboraba en una escuela para niños sordos. Pese a las repetidas denuncias, Ratzinger siguió el oscuro protocolo que la Iglesia ha puesto en marcha en los casos de pederastia: no denunciar los hechos ante la justicia, no expulsar al pedófilo.Barbara Blaine, portavoz y fundadora de la SNAP (la Red de Supervivientes de Personas Víctimas de Abusos por Sacerdotes), por sus siglas en inglés, Peter Isley, John Pilmaier y Barbara Dorris relataron las vejaciones sufridas y las secuelas que les han quedado.Dijeron que no pueden entrar a la iglesia y que perdieron la fe en todo. 
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